Mi cuñado estrena mi cola...
“Estás seguro de que no va a dolerme…?” Le pregunté.
"Totalmente, nena… Todo lo que tenés que hacer es empujar hacia atrás y relajarte. Yo te meto la puntita, nada más y te doy tiempo a que te acostumbres… Te va a encantar…”
Charlie me dejó un poco más tranquila. Era el hermano de mi novio Daniel y siempre me decía que alguna vez me iba a romper el culo.
Esa tarde yo había ido a su casa, dispuesta a que ese lindo turro cumpliera su palabra. Mi novio me cogía muy bien, pero nunca había mencionado hacerme la cola. Y yo tenía ganas de poder experimentar algo nuevo y eso me parecía lo adecuado…
No hubo muchos preliminares. Ni un beso, ni una caricia, ni siquiera me pidió que le chupara el pito. Charlie solo quería darme por el culo, ya que su novia no se lo permitía hacer a ella…
En la casa no había nadie más. Daniel había llevado a sus padres e visita a otros parientes.
Fuimos directamente a la habitación de mi novio.
El muy turro quería romperme el culo en la cama de Daniel…
Nos desnudamos y él me hizo subir a la cama, ordenándome que me pusiera en cuatro. Me dijo que mi culo era hermoso y que siempre había soñado con rompérmelo, ya que su hermanito le había confesado que no se animaba a hacerlo…
Daniel y yo estábamos en el último año de la secundaria; Charlie era un par de años mayor y con mucha más experiencia en sexo.
Apoyé mi cabeza sobre la almohada. Podía sentir el perfume de mi novio allí. Un olor dulzón, que me gustaba mucho; me excitaba…
Charlie se acercó a mi cuerpo por detrás y comenzó a untar su gruesa verga endurecida con vaselina líquida. Luego metió un dedo lubricado en mi orificio anal, haciéndome sobresaltar.
“Hmmm… entonces, este lindo culito es virgen, Malena…?”
“Sí…” Le respondí sin alzar la voz, mientras temblaba de placer, al sentir su grueso dedo invadiendo cada vez más mi estrecho ano.
“Entonces hoy mismo vamos a solucionar eso… qué te parece?”
No le respondí. Hundí mi cara en la almohada, aspiré el aroma de mi novio y traté de ahogar mis gemidos, para que ese hijo de puta de Charlie no supiera que me estaba dando placer de antemano…
“Mis amigas dicen que no es tan malo” Dije de repente, levantando la cabeza y mirando hacia atrás…
“No te vas a arrepentir, te lo voy a coger bien suave, Malena…”
Se acercó más y levantó mi cola virgen en el aire. Su dedo bien empapado con vaselina invadió mi ano y pronto sentí otro más.
Mi vagina se humedeció mientras Charlie me dilataba el culo…
Lo notó enseguida y se rió a carcajadas…
“Qué linda putita se coge Daniel… mi novia es bastante frígida…”
Le dije que no era una putita; solamente tenía curiosidad por tener sexo anal, nada más que eso…y él volvió a reírse.
Por suerte, la pija de Charlie no era tan gruesa como la de Daniel.
No iba a lastimarme cuando me la metiera por el orto.
"Estás lista, bebota linda…?” Charlie preguntó sonriendo.
Suspiré y otra vez volví a zambullir mi cara en la almohada.
Charlie entonces me aferró suavemente por las caderas y me atrajo hacia su cuerpo.
Sentí que apoyaba la punta de su verga sobre mi entrada anal. Muy despacio fue incrementando la presión, hasta que parte de la cabeza finalmente venció la resistencia de mi anillo bien estrecho.
Me dijo que me relajara un poco más y le obedecí.
Entonces él pudo empujar un poco más y pronto su verga traspasó mi resistente esfínter. Se detuvo unos instantes.
“Perfecto, así me gusta, Malena…” Dijo entre suspiros.
Comencé a lagrimear; me dolía bastante y me ardía demasiado.
“Dijiste que no me iba a doler y me estás matando, hijo de puta”
“Un poquito más… después te va a encantar mi pija en tu culo...”
Sentía mi ano muy estrecho y él seguía insistiendo; aferrando mis caderas y empujando sin piedad. Pero de repente, el dolor desapareció y comencé a sentir placer. A pesar del ardor…
"Me quedo quieto hasta que te dilates un poco más…” Me advirtió.
Yo quería más. Si me quedaba quieta, seguramente Charlie iba a acabar en ese momento y entonces yo solamente me quedaría con el dolor inicial de la penetración. Quería sentir placer también…
Sin levantar mi cabeza, comencé a empujar hacia atrás, notando que esa poronga bien lubricada entraba un poco más en mi ano.
Charlie comenzó a gemir, tomándome con firmeza por las caderas.
Comencé a sentir que mi culo ahora estaba bien dilatado y la pija de mi cuñadito se deslizaba con más facilidad. Entonces comenzó a bombearme con más ganas, haciendo que yo gritara y aullara de puro placer… me ardía, pero también me provocaba placer…
Metí mi mano entre los muslos y comencé a acariciar mi clítoris bien inflamado. Empecé a gemir de manera diferente, mientras Charlie me bombeaba con más intensidad, casi con brutalidad…
Su verga dura en mi ano ahora me daba mucho placer; pero yo no quería admitirlo. No pensaba darle el gusto a ese turro de hacerle saber que su pija me estaba haciendo delirar de placer…
“Te gusta, putita linda… te encanta mi verga en el culo…” Dijo.
De repente me la sacó por completo, mientras ambos jadeábamos.
Pero enseguida volvió a metérmela y empujó como loco a fondo.
Mis dedos continuaron masajeando mi clítoris y repentinamente sentí una especie de golpe eléctrico que recorría mi cuerpo. En mi vida había tenido unos pocos orgasmos cogiendo con Daniel; pero éste con mi cuñado fue el más intenso de todos.
Levanté la cabeza y aullé como una perra en celo, con esa verga enterrada en el fondo de mi culo, ahora ya no más virgen…
Todavía estaba temblando, cuando Charlie finalmente se quedó quieto y me llenó el culo con su semen hirviente. Eso me provocó otro nuevo orgasmo.
Mis aullidos y alaridos se mezclaron con los de mi cuñado…
“Ahhh, tan boludo mi hermanito… que nunca te coge por el culo…”
Dijo mientras descansaba boca arriba en la cama de su hermano…
Me levanté y me vestí en silencio.
El culo me ardía. Me lo había roto mal. Pero había gozado mucho.
Lo peor de todo, era que Daniel seguramente no me cogería la cola en mucho tiempo; así que yo iba a tener que volver a recurrir a su hermano cuando tuviera otra vez ganas de sentir ese ardor…
"Totalmente, nena… Todo lo que tenés que hacer es empujar hacia atrás y relajarte. Yo te meto la puntita, nada más y te doy tiempo a que te acostumbres… Te va a encantar…”
Charlie me dejó un poco más tranquila. Era el hermano de mi novio Daniel y siempre me decía que alguna vez me iba a romper el culo.
Esa tarde yo había ido a su casa, dispuesta a que ese lindo turro cumpliera su palabra. Mi novio me cogía muy bien, pero nunca había mencionado hacerme la cola. Y yo tenía ganas de poder experimentar algo nuevo y eso me parecía lo adecuado…
No hubo muchos preliminares. Ni un beso, ni una caricia, ni siquiera me pidió que le chupara el pito. Charlie solo quería darme por el culo, ya que su novia no se lo permitía hacer a ella…
En la casa no había nadie más. Daniel había llevado a sus padres e visita a otros parientes.
Fuimos directamente a la habitación de mi novio.
El muy turro quería romperme el culo en la cama de Daniel…
Nos desnudamos y él me hizo subir a la cama, ordenándome que me pusiera en cuatro. Me dijo que mi culo era hermoso y que siempre había soñado con rompérmelo, ya que su hermanito le había confesado que no se animaba a hacerlo…
Daniel y yo estábamos en el último año de la secundaria; Charlie era un par de años mayor y con mucha más experiencia en sexo.
Apoyé mi cabeza sobre la almohada. Podía sentir el perfume de mi novio allí. Un olor dulzón, que me gustaba mucho; me excitaba…
Charlie se acercó a mi cuerpo por detrás y comenzó a untar su gruesa verga endurecida con vaselina líquida. Luego metió un dedo lubricado en mi orificio anal, haciéndome sobresaltar.
“Hmmm… entonces, este lindo culito es virgen, Malena…?”
“Sí…” Le respondí sin alzar la voz, mientras temblaba de placer, al sentir su grueso dedo invadiendo cada vez más mi estrecho ano.
“Entonces hoy mismo vamos a solucionar eso… qué te parece?”
No le respondí. Hundí mi cara en la almohada, aspiré el aroma de mi novio y traté de ahogar mis gemidos, para que ese hijo de puta de Charlie no supiera que me estaba dando placer de antemano…
“Mis amigas dicen que no es tan malo” Dije de repente, levantando la cabeza y mirando hacia atrás…
“No te vas a arrepentir, te lo voy a coger bien suave, Malena…”
Se acercó más y levantó mi cola virgen en el aire. Su dedo bien empapado con vaselina invadió mi ano y pronto sentí otro más.
Mi vagina se humedeció mientras Charlie me dilataba el culo…
Lo notó enseguida y se rió a carcajadas…
“Qué linda putita se coge Daniel… mi novia es bastante frígida…”
Le dije que no era una putita; solamente tenía curiosidad por tener sexo anal, nada más que eso…y él volvió a reírse.
Por suerte, la pija de Charlie no era tan gruesa como la de Daniel.
No iba a lastimarme cuando me la metiera por el orto.
"Estás lista, bebota linda…?” Charlie preguntó sonriendo.
Suspiré y otra vez volví a zambullir mi cara en la almohada.
Charlie entonces me aferró suavemente por las caderas y me atrajo hacia su cuerpo.
Sentí que apoyaba la punta de su verga sobre mi entrada anal. Muy despacio fue incrementando la presión, hasta que parte de la cabeza finalmente venció la resistencia de mi anillo bien estrecho.
Me dijo que me relajara un poco más y le obedecí.
Entonces él pudo empujar un poco más y pronto su verga traspasó mi resistente esfínter. Se detuvo unos instantes.
“Perfecto, así me gusta, Malena…” Dijo entre suspiros.
Comencé a lagrimear; me dolía bastante y me ardía demasiado.
“Dijiste que no me iba a doler y me estás matando, hijo de puta”
“Un poquito más… después te va a encantar mi pija en tu culo...”
Sentía mi ano muy estrecho y él seguía insistiendo; aferrando mis caderas y empujando sin piedad. Pero de repente, el dolor desapareció y comencé a sentir placer. A pesar del ardor…
"Me quedo quieto hasta que te dilates un poco más…” Me advirtió.
Yo quería más. Si me quedaba quieta, seguramente Charlie iba a acabar en ese momento y entonces yo solamente me quedaría con el dolor inicial de la penetración. Quería sentir placer también…
Sin levantar mi cabeza, comencé a empujar hacia atrás, notando que esa poronga bien lubricada entraba un poco más en mi ano.
Charlie comenzó a gemir, tomándome con firmeza por las caderas.
Comencé a sentir que mi culo ahora estaba bien dilatado y la pija de mi cuñadito se deslizaba con más facilidad. Entonces comenzó a bombearme con más ganas, haciendo que yo gritara y aullara de puro placer… me ardía, pero también me provocaba placer…
Metí mi mano entre los muslos y comencé a acariciar mi clítoris bien inflamado. Empecé a gemir de manera diferente, mientras Charlie me bombeaba con más intensidad, casi con brutalidad…
Su verga dura en mi ano ahora me daba mucho placer; pero yo no quería admitirlo. No pensaba darle el gusto a ese turro de hacerle saber que su pija me estaba haciendo delirar de placer…
“Te gusta, putita linda… te encanta mi verga en el culo…” Dijo.
De repente me la sacó por completo, mientras ambos jadeábamos.
Pero enseguida volvió a metérmela y empujó como loco a fondo.
Mis dedos continuaron masajeando mi clítoris y repentinamente sentí una especie de golpe eléctrico que recorría mi cuerpo. En mi vida había tenido unos pocos orgasmos cogiendo con Daniel; pero éste con mi cuñado fue el más intenso de todos.
Levanté la cabeza y aullé como una perra en celo, con esa verga enterrada en el fondo de mi culo, ahora ya no más virgen…
Todavía estaba temblando, cuando Charlie finalmente se quedó quieto y me llenó el culo con su semen hirviente. Eso me provocó otro nuevo orgasmo.
Mis aullidos y alaridos se mezclaron con los de mi cuñado…
“Ahhh, tan boludo mi hermanito… que nunca te coge por el culo…”
Dijo mientras descansaba boca arriba en la cama de su hermano…
Me levanté y me vestí en silencio.
El culo me ardía. Me lo había roto mal. Pero había gozado mucho.
Lo peor de todo, era que Daniel seguramente no me cogería la cola en mucho tiempo; así que yo iba a tener que volver a recurrir a su hermano cuando tuviera otra vez ganas de sentir ese ardor…
3 年 前