Los secretos son para ser contados

La primera vez que vi lo que era el sexo, fue en mi casa, con mis tios, no era algo que yo buscara, fue un accidente que los viera, se suponia que ambos estaban solos y nada mas. No lo voy a mentir a esa edad ya tenia una idea de lo que se trataba sentir placer, los toqueteos aqui, alla... que tormento tener una sensacion que recorre todo tu cuerpo, de pies a cabeza y no poder liberarla.
Ese incidente para bien o para mal marco toda mi sexualidad, aun ahora es un recuerdo que me sigue excitando, cuadro por cuadro lo tengo fresco en mi memoria, yo buscando por alguien que estuviera en la casa y lo unico que encontre eran gemidos de placer, al principio creia que era alguien con la television a alto volumen, dios.. que ingenua, hasta que escuche a mi tia gritar el nombre de Juan con mucho extasis.
Juan es el hermano menor de mi padre, en mi inocencia de niña pequeña jamas lo pude ver de otra manera mas que de la de un tio muy tierno que siempre me daba dinero cuando llegaba a la casa.
Nunca llegue a tener pensamientos sobre estar con el o algo asi, pero de alguna forma esa de escena de el y mi tia estando al borde de la cama tan desenfrenadamente besandose, el tocando todo su cuerpo, apretando con demasiada pasion el poco pecho de su esposa, para mi siempre resulta excitante, es mi boton de encedido, a veces solo lo recuerdo para no perder detalle, incluso hace tiempo que lo escribi en un documento de word, lo imprimi, cuando mi esposo lo leyo, me pregunto que si era una broma, y apesar de que le aseguraba que era verdad, solo me miro con una cara que me dijo todo, no queria saber nada de mi, de lo que habia ocurrido antes de el, su cara mostrando repugnancia por leer esas cosas basto para que nunca volviera a insistir en contarle ningun episodio sobre mi pasado, y las hojas que imprimi solo sirvieron para una fogata, al menos por un momento.
Odio reprimir mis sentimientos, todos mis sentimientos, y mi sexualidad es uno de ellos, asi que de alguna manera los tengo que liberar.