La cena de empresa

Trabajar con gente. Ya hace tiempo que la relación con uno de mis compañeros de trabajo funciona muy bien, nos entendemos perfectamente con todo lo que está relacionado con tareas de la empresa, hay mucha disponibilidad por parte de los dos a la hora de colaborar y ayudar mutuamente, la nuevas ideas siempre son recibidas con entusiasmo, y en el tú a tú cada día hay más confianza.
Confianza, es la palabra clave para poder entrar poco a poco en lo personal de alguien nuevo en tu vida, en su intimidad. Si te da su confianza, tú le vas dejando entrar pasito a pasito en tu mundo, tu pequeña zona de confort que solo los más allegados pueden penetrar.

Vamos a analizar un poco. Prácticamente soy nueva en ese lugar de trabajo, ya hace unos meses que formo parte de esa gran familia pero soy la última que llegó y por lo tanto hasta que no me supla nadie, seguiré siendo la nueva, y me gusta. Soy la frescura, la novedad, lo desconocido, la intriga la que aún no saben muy bien cómo tratar... Pero debido a mi tendencia a la sumisión, soy la que siempre te regala una sonrisa, unas buenas palabras, un “buen dia” un lunes lluvioso que te hace cambiar la cara. La chica simpática que toda madre querría presumir, la nuera agradable que cede y es de fácil trato, la novia conformista que no te pone pegas, la amiga que siempre está disponible para aguantar tu mal humor. Allí, en mi trabajo, les gusta la chica nueva.

He tenido una buena acogida en la empresa, no hay quejas, solo alabanzas de lo eficiente que soy..muchos de esos elogios vienen de él, ese compañero de trabajo con el que he conectado desde el primer dia que nos presentaron. Alex.

Alex sabe muy bien que és ser el nuevo porque al igual que yo, ha estado cambiando de empresa a menudo, y sabe que los comienzos son difíciles.
Siempre tiene una sugerencia positiva y sin ser crítico con lo que haces, un ofrecimiento para quitarte trabajo, un “hoy estas muy guapa!”.
Y a quien no le gusta esto? Poco a poco te va camelando y lo hace bien porque cuando quieres darte cuenta, ya te tiene con la media sonrisa solo verle.

Él sutilmente ya ha indagado sobre mi vida personal, sabe donde y con quien vivo, sabe que tengo novio, sabe mis actividades después del trabajo..prácticamente sabe más que muchos de los que considero mis amigos! Podemos decir que sabe bien cómo infiltrarse en tu vida sin que te des cuenta.

Últimamente los temas de conversación han ido subiendo de tono, en plan cachondeo ha averiguado que preferencias tengo a la hora de escoger un compañero sentimental o que pienso sobre la dominación.
La última cosa que me preguntó delante de algunos compañeros fue que si había sido infiel alguna vez en mi vida. Yo, que soy experta en jugar con las palabras, las miradas y la psique de las personas (en especial, de los hombres..) respondí con una sonrisa pícara, pero no abrí la boca.
La tensión entre los dos ha ido aumentando y él, sabiendo que la cena de empresa estaba cerca, ha ido jugando al juego que sabe que me encanta, seducir y calentar.
En las cenas de empresa la gente se desinhibe, la gente bebe alcohol y se vuelve más sociable, las vacaciones están a la vuelta de la esquina y todo el mundo está de buen humor.

Ese dia, todo el mundo sacó sus mejores galas, había todo tipo de olores de perfumes, incluso había quien había pasado por la peluquería sutilmente.. Él estaba muy atractivo, más que de costumbre, con su línea de siempre pero con el toque que sabe que le queda bien y le hace sentir mejor, con la confianza en uno mismo por la nubes.
Yo, estaba estupenda, casual pero con aquel vestido corto pero sin ser vulgar que me sienta fenomenal y que ya me ha regalado más de un polvete una noche tonta de fiesta.

Y bien, casualidad o azar, terminamos sentados uno al lado del otro en la esperada cena. Al principio la cosa estaba un poco fría, conversaciones banales, monotema trabajo, que harás estas vacaciones… Pero a medida que el vino entraba en nuestra boca, el ambiente se volvía más cálido y menos tenso.

Cuando ya no quedaba ni una sola botella de champán en la mesa, todo el alcohol estaba en nuestros cuerpos, y nuestra desinhibición por las nubes, los más valientes nos fuimos a tomar unas copas en un bar de la zona. Yo me quedé con unas compañeras fumando fuera del bar y Alex, que no me había quitado ojo en todo el dia y no me encontraba, me empezo a mandar mensajes preguntando donde estaba, porque no venía al bar, decía que no podía abandonarlo, que queria estar mas rato conmigo... Yo, no le contesté, esperé un rato y entré en el bar donde estaban el resto, me fuí directo a donde estaba sentado y mientras pasaba por detrás de él sin que nadie se diera cuenta le acaricie el cuello con los dedos alargando la caricia hasta el lóbulo de la oreja. Se asustó un poco pero cuando vió que era yo la que se sentaba a su lado con una media sonrisa traviesa, se acercó a mi oído y me susurró, hoy no te escapas.
La noche transcurrió, tomamos unas copas y la gente empezó a desaparecer, a la hora de despedirnos los dos fuimos hacia la misma zona, en sentido contrario donde se marchaba la gente, espero que el resto pensaran que fué casualidad..
Empezamos a andar por la calle y cuando ya no nos veía nadie, él me cogió del pelo por detrás y me giró la cabeza hacia el. Cuando tenía sus ojos a un palmo de los míos metió su lengua húmeda y caliente hasta el fondo de mi garganta… en ese mismo instante noté un hormigueo en mi coño que se convirtió en humedad y calor. Estaba muy excitada, y quería hacerlo, hacer aquello que tantas veces había pasado por mi cabeza los últimos meses, follar con Alex.
Fuimos todo el camino hacia su coche, besandonos, sobandonos, metiendo nuestras manos por todos los rincones de nuestro cuerpo sin importar si la gente que aún iba por la calle nos mirase. Si no fuera por el frio de aquella noche lo mas seguro es que hubiésemos terminado follando encima del capó de algún coche.
Llegamos a su coche y ya estábamos medio desnudos, entramos, y nos quedamos mudos, uno frente al otro, dentro del coche, y apareció la vergüenza.
Él se había quedado inmóvil, parado, tímido… así que no tuve más remedio que actuar y sacar la guarra que llevo dentro. Le quite las manos de encima de las piernas con furia y le terminé de desabrochar el pantalón, saque su polla erecta y me sumergí en ella, la chupe, la babeé, la lamí, la mordí, entró hacia el fondo de mi garganta y le hice la mejor mamada que la habían hecho en mucho tiempo. Él no se lo esperaba pero también le apreté los huevos, porque me encanta apretar los huevos hasta que duele, le hice daño porque gimió, pero le encantó que se lo hiciese mientras su polla dura, venosa y rosada estaba entrando y saliendo de mi boca.
De repente cogió mi pelo y levanto mi cabeza de su polla, me tiro atras y me dijo que pasara a la parte posterior del coche. Me dijo que a el tambien le gustaba comer y lo que más deseaba era comer mi coño, asi que le di lo que quería.
Me quito la falda, las medias y las braguitas lentamente sin dejar de mirar mis ojos, despues empezo a lamer mis ingles, y todo el contorno de mi coño. Con su lengua fue lamiendo cada rincón de mi coño. Llegó al clítoris y lo trató con sumo cuidado, como me gusta, con amor, con cariño, y empezó a succionar poco a poco pero sin perder los tempos, siguiendo mi nivel de excitación, mi respiración, mis gemidos.
Me corrí en su boca y no paró al correrme, continuó lamiendo, limpiando todo mi coño metiendo su lengua por mi vagina hasta que empecé a relajarme y mi respiración volvió a la normalidad. Sabía muy bien que quería una chica insaciable como yo.
Yo no quería que aquello terminase así, yo quería que me penetrara, quería tener una polla dentro de mi, quería que se corriese pero me dijo que no. Dijo que su momento de placer había sido verme gozar y gritar en aquel coche empapado de olores a sexo y sudor. Me dijo que no quería que fuese nuestra única vez y si yo quería verlo correrse tendría que haber una segunda vez.
La propuesta me pareció peligrosa, yo tenía muchas ganas de zanjar la tensión acumulada los últimos meses echando un buen polvazo con mi compañero de trabajo pero no contemplaba repetir… no soy partidaria de las relaciones entre los compañeros de trabajo y aún más teniendo novio. Al mismo tiempo me di cuenta que era ya muy tarde y mi chico me esperaba en casa. Así que le dije que había perdido su oportunidad de follarme y no quería arrepentimientos en un futuro, era su decisión pero con mis reglas. Salí del coche y me fuí a buscar un taxi que me llevaría a casa de mi novio.
Cuando llegue a casa mi inocente e incrédulo chico estaba dormido, lo desperté y le dije, follame amor.

Reina




发布者 boytoy_bcn
9 年 前
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Vibracion
Vibracion 8 年 前
Me encanto leer el relato, espero que se lo contaras todo a tu chico cuando te follo.
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