La cena no me apetecía un carajo, estaba deseando irme de allí. Lo único que me pareció interesante de la noche, fue ver como Rafa, que se había sentado a mi lado, llevaba todo el tiempo babeando. Yo, claro, entré al trapo. Me encanta sentirme mirada y deseada. Para ser honesta, varios de mis compañeros, alguno de los jefes, me miraron insinuantes, pero sólo Rafa se tiró al barro. Ya estaba decidido. Esta noche, a por él. En cuanto pudimos nos marchamos de allí, con el pretexto de que me acercaba a casa. Cuando nos alejábamos oí las risotadas de los babosos que miraban con envidia a Rafa, q… 阅读更多内容
Pequeños retos. Regalo de cumpleaños
Lo que te cuento me pasó a final de junio, después de la típica cena de trabajo en la que bebes un poco más de la cuenta y las inhibiciones quedan aparcadas a un lado. Después de cenar estuvimos en un garito bailando y tomando algo, desde ese momento Antonio y Rafa, dos compañeros con los que me llevo muy bien, anduvieron a mi lado. Primero risas, algún comentario entre soez y divertido, roces mientras bailábamos. El caso es que después de un rato, noté como mi ego de mujer se iba acrecentando y sentirme deseada me excitaba y me hacía tener unas ganas locas de follar. A las 4 de la mañana le… 阅读更多内容
Pequeños retos. El centro comercial
Después de quedar con aquellos chavales estuve un tiempo sin quedar con nadie. La verdad es que me dieron muy fuerte. Por momentos llegué a pensar si no me habría metido en un camino demasiado oscuro. Sin embargo había algo dentro de mí que no dejaba de llamarme al riesgo, al sexo más atrevido, más cerdo y más arriesgado. Mientras esperaba alguna otra propuesta que volviese a picar mi curiosidad, nos llegó otro correo sugerente: “No quiero sexo contigo, sólo que me obedezcas en lo que te voy a pedir. Vete a un sitio público, me da igual cuál, busca a dos chavales muy, muy jóvenes y haz que lle… 阅读更多内容
Iniciando a Mónica
Tener la suerte de iniciar a un hembra de calidad para convertirse en una auténtica zorra con ganas de polla a todas horas, y a su marido en un puto cornudo deseoso de ver a su puta rellena por todos los agujeros, no es algo que tenga la suerte de vivir muy a menudo. Y eso es lo que me ocurrió el sábado pasado. - Alicia, esta es Mónica, la mujer de Alfredo. Laura, mujer de Antonio. Carlos, y Mario. El plan era un poco coñazo, pero no podía decir que no, era una cena del departamento de mi marido y allí estaba, preparada a pasar la noche como pudiéramos. Hacía una semana que me lo había dich… 阅读更多内容
Pequeños retos. El vendedor
Esa tarde el calor era insoportable. Había llegado de trabajar empapada en sudor y me metí en la ducha. Sólo me puse encima mi ropa de estar en casa, un camisón corto un poco ajustado que tapaba escasamente mis muslos. Me tumbé en la cama intentando vencer el calor horrible de las tardes de agosto. Hacía dos días que Carlos se había ido con los niños a la playa, yo no iba hasta el fin de semana y no tenía gran cosa que hacer. Mi imaginación nunca ha sido muy productiva, pero allí tumbada en mi cama, entre el duermevela amodorrador de la siesta, las imágenes de cuerpos sudorosos, pechos excita… 阅读更多内容
Mi primer gang
Llevaba tiempo con la idea en la cabeza. Después de haberme follado a mis dos compis del trabajo, cada vez me excitaba más viendo en internet videos de mujeres rodeadas de pollas que les daban caña por todos los agujeros. Así que me puse manos a la obra. Entré en una página de contactos para buscar con quién. Ufff, no es tan fácil, por un tiempo pensé que igual es que ya estoy un poco pasadita para estas cosas y que mi cuerpo ya no le pone a los hombres, o que a lo mejor no es tan fácil encontrar un grupo de tipos dispuestos a follarse a una mujer junto a otros hombres. Al fin he encontrado l… 阅读更多内容
Pequeños retos. Clase de mates
Seis menos cinco de la tarde, sola en casa, un par de horas para que llegue mi marido. Estaba con el ordenador, como suelo ponerme, sin bragas, un vestido ligerito para estar en casa, las tetas moviéndose al son de mis pasos. Me encanta estar así en casa, además si en el ordenador se calienta la cosa mis dedos no tienen impedimentos para jugar. Sonó el timbre, joder quien coño es ahora pensé, abrí. Carlos, un chaval que viene a ayudar con las mates a mi hijo. ¡¡Carlos, que sorpresa!! Perdona que no te hayamos avisado, Luis no está en casa, está de viaje con el cole. Joder perdona, de verdad pe… 阅读更多内容
Alquilo a mi mujer III. Querida profesora
La experiencia con los perros me dejó varias cosas claras. Primero, que los hombres se tienen que esmerar mucho para llegar al nivel de satisfacción sexual que un perro bien armado puede dar a una mujer. Segundo, que mi marido cada vez estaba más enloquecido conmigo y con el nuevo rol que había adoptado. Tercero, que se puede ganar mucho dinero haciendo algo que te vuelve loca. Carlos, después de ver los videos que había grabado en la finca, me propuso subirlos a internet, a varios servidores de porno, con descargas especializadas para gente que está dispuesta a pagar mucha pasta por lo que qu… 阅读更多内容
Pequeños retos. El parking del super
Hace tiempo que se me antojó comerme una polla negra. Tenía curiosidad desde hace años, eso es verdad, pero desde hace un mes más o menos, lo tenía como una obsesión. De vez en cuando me da por ponerme retos, voy a lograr que me follen seis tíos a la vez, esta semana voy a comérsela al menos a dos de la oficina, voy a calentar al conserje hasta que se intente sobrepasar conmigo, quiero que Pedro me vea follando con el vecino. Bueno, pequeños jueguecitos para mantenerme viva y caliente. Lo del negro me ponía un montón, nunca he logrado que ninguno me folle y con toda la literatura que hay a su… 阅读更多内容
Puta como la que más
Al salir de trabajar no fui directa a casa. Me pasé a comprar algo de ropa que fuera apropiada para la ocasión. Compré una falda vaquera ajustada y muy corta, una blusa amarilla con botones que resaltaba mis tetas y unos zapatos de tacón que me hacían unas piernas de vértigo. Cuando llegué a casa me eché a descansar y hasta las ocho o así no me levanté para arreglarme. Una hora después, antes de salir, me miré al espejo de la entrada. Realmente mi aspecto era de puta, sólo faltaba saber si también podía serlo mi entraña. Mi estómago se sobresaltó al verme y mi sexo se agitó con cierto nervio… 阅读更多内容
Entre viejos y vagabundos
El pasado martes salí tardísimo de trabajar, eran las nueve cuando dejaba el colegio. La puta evaluación se había alargado mucho más de lo previsto, y ya ni para una cerveza con los compis me daba. Me dirigí a coger el 106 sintiendo el frescor de la noche en las piernas. Me había puesto falda justo el día que más frío hacía. Las luces del centro, los soniquetes espantosos de algunos escaparates y los miles de personas yendo de un lado para otro como locas, anunciaban la cercanía de la Navidad. Fui lo más rápido que pude al bus porque la aplicación me decía que llegaba uno en seis minutos. Ju… 阅读更多内容
Alquilo a mi mujer II. Perra en celo
Salí del episodio con aquel gordo es**tológico aún más decidida a meterme de lleno en los misterios del sexo, que cada vez me excitaba y me atraía con más fuerza. Recuerdo que no me dejó lavarme nada más que la cara y las manos, arreglarme un poco el pelo y me echó de su casa. Menos mal que llevé el coche y lo había dejado en un parking cercano, porque no estaba demasiado presentable como para volver en autobús. Cuando entré en casa, con olores de todo tipo sobre mi cuerpo, mis bragas meadas en el bolso, aún en medio de los efluvios de lo que había pasado en mi cabeza, mi marido salió hasta e… 阅读更多内容
Alquilo a mi mujer
“Alquilo a mi mujer. Por horas o días”. Así rezaba el anuncio que mi marido puso en Milanuncios. La decisión de convertirme en un puta aficionada no fue exclusivamente suya, tampoco mía. El caso es que poco a poco, hablando, nos dimos cuenta de lo que nos ponía a los dos imaginar esas situaciones. A mi ser follada por desconocidos y a él imaginarme follando con desconocidos. Nos volvíamos locos con esas ideas en la cabeza y nuestros mejores polvos siempre tuvieron esos deseos de fondo. El anuncio estaba en la sección de contactos y seguía más o menos así: “Úsala como quieras y para lo que qui… 阅读更多内容
Esclava de uno, puta de todos
Hace ya mucho tiempo que me dijo que le excitaba imaginarme follando con otros. Desde entonces la verdad, es que he tratado de complacerle en todo lo que he podido. Me habré dejado follar por docenas de tíos, de todos los aspectos y edades, por todos los lados y de todas las formas imaginables. Siempre lo he grabado todo para que él lo pudiera ver luego en casa. Hace una semana me dijo que tenía algo muy especial preparado, el día 15 es su cumple y quería que yo fuese su regalo. Sólo me dijo que el sábado a las 17:30 me vendrían a buscar y ya me dirían. No pregunté más, pero tengo que reconoc… 阅读更多内容
Celebración familiar
Hacia mucho tiempo que no nos juntábamos toda la familia. Mi marido no ha tenido nunca muy buen relación con sus hermanos, y desde la muerte de su madre las cosas habían empeorado. Eran cinco en total, Mayte, la mayor, que vivía en el pueblo y se encargaba de echar un vistazo al abuelo, D. Vicente, hombre recio, que debió ser apuesto y al que los años habían ido achicando, pero no eliminando, su compostura y altivez. Luego estaban Jaime y Carlos, un poco más pequeños que Pedro, mi marido, los dos casados con dos rancias de pueblo que parecía que no las habían follado nunca en condiciones. Y la… 阅读更多内容
Perra callejera
Hacía tiempo que no bajaba al parque. Ayer, aprovechando que con la tormenta refrescó, cogí un libro, y me bajé. Llevaba sandalias y un vestido corto de tirantes, fresquito para aguantar el tirón. Busqué un rincón a la sombra, alejado de las zonas más bulliciosas, y sobre todo de donde suelen estar con los perros, no tengo nada en contra de los a****les, pero me inquietan un poco. Creo que no sería nunca capaz de tener un perro en casa. Estaba leyendo tranquila, dejándome acariciar por la brisa que corría cuando de repente un jadeo sordo me hizo levantar la vista. Joder, un perro enorme venía… 阅读更多内容
La puta, el chulo y el cornudo
Soy una puta. Lo sé. Y me gusta. Siempre me gustaron las pollas, pero la verdad es que no fue hasta que mi marido me dijo un día que le excitaba imaginarse cómo follaba con otros, que fui realmente consciente de ello. A partir de ese momento ha sido un desfile incesante de hombres el que ha pasado por mis manos, altos, bajos, rubios, morenos, gordos, flacos, jóvenes, viejos, guapos y feos, no hago ascos a nada, no me importa tanto cómo sean cuanto la lujuria con que sean capaces de follarme. Me encanta probar todo lo que me proponen, y también proponer yo, me gusta llevar las riendas y deja… 阅读更多内容